El muy conocido término LOGOTIPO de manera muy resumida es nuestro ADN corporativo gráfico y visual, el símbolo que tiene que resumir nuestra esencia visto en tan sólo un instante, lo más reconocible posible, memorizable, impactante pese a su complejidad o sencillez, simple y directo o conceptual y que no deje indiferente al espectador.

Es importante saber que será nuestro sello de identidad, el arte gráfico que nos diferenciará del resto, lo que nos representará y hablará por sí mismo sobre nuestra marca, nuestro producto, nuestro servicio, nuestra calidad... etc, etc.

Debemos hacer converger en tan sólo un signo, todo aquello que nos identifica y todo aquello que somos como institución, empresa o sociedad y que esté relacionado con lo que hacemos, con cómo lo hacemos y para quién lo hacemos (nuestro target), teniendo bien claro nuestro principal objetivo y vinculándolo total y permanentemente a nuestra filosofía.

Nuestro símbolo debe ser LEGIBLE, ESCALABLE, REPRODUCIBLE, DISTINGUIBLE y MEMORABLE.

Dicho ésto, para ampliar nuestros conocimientos, debemos diferenciar y aclarar que dependiendo de cómo se haya diseñado y compuesto el símbolo o signo corporativo adquiere diferentes nombres (véanse ejemplos en la parte inferior).